
Stargate Universe comienza en la base Ícaro, donde se encuentra un nutrido grupo de militares y científicos con la esperanza de conseguir desbloquear el noveno chevron. Súbitamente la base es objeto de un ataque y sufre graves daños, por lo que se ven obligados a huir a través del Stargate.
Sin embargo, el Dr. Rush (interpretado por un Robert Carlyle que comienza a ganarse mi confianza) había conseguido marcar la dirección con el noveno chevron, y es imposible cerrarla. Así, todos se ven obligados a cruzar el Stargate sin conocer su destino, que no será otro que Destiny, una milenaria nave construida por los Antiguos que se encuentra a miles de millones de años luz de la Tierra, a donde parece que no podrán volver.
Es evidente que Stargate Universe presenta un comienzo bastante más oscuro de lo que viene siendo habitual en la franquicia, haciendo incluso que haya quien diga que se acerca más a Battlestar Galactica que a Stargate. Los cameos de Richard Dean Anderson (Jack O'Neill), Michael Shanks (Daniel Jackson) y Amanda Tapping (Samantha Carter) ayudan a dar consistencia a los hechos del piloto y a enlazar, de algún modo, con la trama del equipo original. Piloto que, todo sea dicho, deja con ganas de más.
Conozco un buen restaurante en la otra punta del UniversoGuía del autoestopista galáctico
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