«Regreso al futuro» para entender la década de los 50

9 de mayo de 2010
Decía François Truffaut que prefería «ver la vida a través de los libros y del cine» que a través de la vida misma. Yo no diré tanto, pero si es cierto que el cine puede convertirse en una más que interesante herramienta para el estudio del pasado o del presente. Supongo que todos los que pasen por aquí de vez en cuando conocen Regreso al Futuro, la película de Robert Zemeckis, interpretada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd. A pesar de haberla visto muchas veces en mi vida, no fue hasta hace unos pocos años cuando descubrí que había una parte que me resultaba sumamente interesante, pues en unos pocos minutos se mostraban gran parte de las características socioculturales de los años 50 en Estados Unidos. Es casi una lección de historia en menos de diez minutos. Si a alguien le interesa, le invito a ver el vídeo y seguir leyendo...



La escena comienza con McFly conduciendo el DeLorean del Dr. Emmett Brown, quien acaba de ser abatido por unos terroristas libios. Marty intenta salvar su vida y, sin comerlo ni beberlo, se ve transportado al año 1955. Tras arrasar con un espantapájaros el coche termina deteniéndose en el interior de un granero, alertando a los habitantes de la granja. Cuando éstos acuden, temerosos y con cuidado, encuentran el extraño vehículo y no saben identificarlo. «No es ningún avión», dice el más pequeño, mientras muestra una revista pulp donde se puede ver una nave espacial que guarda un relativo parecido con el coche de Doc. En el momento en el que se abre la puerta y el proganista sale de él, vestido completamente de amarillo y con la cabeza cubierta con un protector, el pánico invade a la familia del rancho.

Los años cincuenta fueron prolíficos en cuanto a películas de ciencia ficción se refiere. Títulos como «Ultimátum a la tierra», «La invasión de los ladrones de cuerpos» o «Planeta prohibido» han pasado a formar parte de la historia del cine. Se trataba de un cine que mostraba el enfrentamiento entre la sociedad (norteamericana) y la de diversos alienígenas que venían con aviesas intenciones. Los que venían de lejos en ningún caso eran buenos, sino horrendas criaturas cuyo principal objetivo era destruir a la raza humana. Así, en plena Guerra Fría los alienígenas eran la representación cinematográfica de los comunistas, y con estas películas se cultivaba el odio y el miedo necesario en cualquier guerra, aunque ésta no fuese armada sino ideológica.



La divulgación de ésta idea no se limitó a las películas; también llegaba a través de otros cauces, como las revistas pulp (denominadas así por estar fabricadas con papel de pulpa de celulosa, más barato). Nacidas a principios del siglo XX y especialmente dirigidas a los jóvenes, estas revistas trataban temáticas diferentes a las habituales, tales como la ciencia ficción o el noir. Podría decirse que las pulps eran el equivalente literario de la serie B cinematográfica.

Marty McFly consigue escapar del Rancho Two Pines conduciendo su DeLorean a toda velocidad librándose así del violento granjero. Mientras intenta autoconvencerse de que todo se trata de un sueño descubre un enorme solar vacío que le hace frenar en seco; se trata de la zona residencial donde él mismo vivirá... dentro de treinta años. Un gran cartel, cuyo slogan es «¡viva en el hogar del mañana... hoy!» anuncia la próxima construcción. Esta urbanización, al igual que ocurrirá más adelante cuando McFly llegue a Hill Valley, son una clara muestra del American way of life imperante en Estados Unidos desde mediados del siglo XX, tras el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. La implantación del Estado del Bienestar trajo una época de bonanza económica; aumentó el poder adquisitivo del ciudadano medio y se fomentó el consumo. Todo esto fue posible gracias a los avances tecnológicos (¿quizá por eso anuncien Lyon States como el hogar del mañana?) así como el aumento de la mano de obra y las facilidades de pago. La publicidad jugó un importante fundamental en ésto, convenciendo a la sociedad de la necesidad de gastar su dinero y viviendo también un importante despegue. Robert Zemeckis nos muestra la inundación publicitaria que se puede encontrar en Hill Valley desde el primer segundo en que McFly se encuentra allí, con un enorme camión rojo de Champán Miller. Luego observamos publicidad de películas en exhibición, de diversos artistas musicales, de cosméticos, colorantes y también un discreto anuncio de una popular bebida de cola en el Lou's Cafe. Incluso hay publicidad electoral por parte del alcalde Red Thomas.



McFly detiene a un coche en la carretera en busca de auxilio; en su interior se encuentra un matrimonio mayor. Cuando parece que van a prestarle ayuda, la asustada mujer zarandea a su marido mientras le grita "¡No, Wilbur, no pares!", dejando al pobre Marty a su suerte. ¿Cabe la posibilidad de que le confundiera con un mutante o un alienígena como le acababa de ocurrir en el granero? No parece probable pues ya se había desprendido de la parte superior de su traje y se encuentra lejos de su DeLorean/nave espacial... pero continuaba llevando la ropa amarilla antiradiación con unos vistosos símbolos nucleares en los guantes.

Estamos en 1955; hace tan sólo diez años que Estados Unidos empleó armamento nuclear contra Japón y nos encontramos inmersos en plena Era atómica. Los estadounidenses están convencidos de que el futuro se encuentra en la energía nuclear, la cual abarataría enormemente el precio de la electricidad y reemplazaría a otras fuentes energéticas. Pero los americanos saben también que la energía nuclear es tan poderosa como destructiva.  Por ello se debaten entre el esperanzador futuro que puede ofrecerles y las terribles consecuencias que podría tener un mal uso por parte de sus enemigos (como la URSS, por supuesto), de quien se temía e incluso esperaba un ataque nuclear. De hecho, el presidente Eisenhower tenía el uso del armamento nuclear con fines disuasorios como uno de los pilares fundamentales de su doctrina.


Tras este nuevo contratiempo, McFly esconderá su coche detrás del cartel de Lyon States y se dirigirá a Hill Valley. El comienzo de toda esta escena en  está acompañado de «Mr. Sandman», interpretado por The Four Aces. Éste grupo vocal vivió su época de esplendor en los años 50, al igual que otros como The Four Lads, The Ames Brothers o The Chordettes. Precisamente éste último cuarteto fue el primer grupo en grabar y popularizar la canción que se escucha y de quienes podemos ver un cartel en la tienda de discos. También lo hay de Patti Page y Eydie Gormé, cantantes pop del momento. Pero no sólo hay publicidad de artistas pop; hay también un disco de Nat King Cole. Y es que el jazz, aunque nace a comienzos del siglo XX, seguía vivo y gozaba de muy buena salud en los años 50; no solo estaba Nat King Cole sino también Louis Armstrong, Frank Sinatra, Duke Ellington... No hay, sin embargo, hueco en ese escaparate para el rock, género clásico que nace en este momento. Artistas como Elvis Presley, Little Richard, Buddy Holly y Ritchie
Valens no destacarían hasta unos pocos años después, y Chuck Berry comenzaba a despuntar gracias a Maybellene. Más adelante en la película hay un claro homenaje a éste último, cuando Michael J. Fox interpreta junto a The Starlighters Johnny B. Goode (que se grabó originalmente en 1958).



Si el video durase apenas un poco más, podríamos ver que como en el Lou's Cafe uno de sus camareros, un hombre de raza negra, sueña con llegar a ser alcalde y limpiar la ciudad, mientras su jefe le dice que puede empezar por limpiar el suelo. Eisenhower comenzó una campaña para evitar los conflictos raciales, eliminando diferencias como la segreación racial en los colegios o universidades. Comenzaba a gestarse el movimiento por los derechos civiles; en 1955 (el año que muestra la película) Rosa Parks, una mujer negra, se negó a ceder su sitio a un homble blanco en el transporte público, cosa que era obligatorio. Esto movilizó a la sociedad negra, llegando a boicotear a la compañía de autobuses. Este movimiento racial se extendería hasta la década siguiente liderado por Martin Luter King.

Termino aquí este artículo que quizás ha quedado un poco más extenso de lo que debería. Espero que al menos haya resultado interesante y a alguno le haya dado ganas de volver a ver la película... o la trilogía entera.

¡Salven el reloj de la torre!
Regreso al Futuro
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4 comentarios:

  • Alejandra

    nunca pensé que Regreso al Futuro pudiera llegar a ser tan educativa
    =D

  • Mario M.

    Y eso que el video sólo dura 10 minutos :)
    Muy buena la lección didáctica.
    A ver como hablan de nosotros dentro de 50 años a través de nuestras películas... uff xD

  • Yaz

    ¡A mí me han dado ganas de volver a verla! ^^

  • gracias por el video¡
    buscaba una escena y la he encontrado en esta entrada. Respecto al texto ciertamente se resume muy bien la idiosincrasia de esa época en U.S.A, y luego en casa de Doc vemos toda la historia anterior con las fotos de sus presidentes,jeje.
    Gran pelicula¡

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