Con sabor a Tarantino

Posiblemente Indeep, blogmaster de Tarantinospain, me matará cuando se entere de que hasta ayer no había visto "Amor a quemarropa". Este film no fue dirigido por Quentin Tarantino, pero éste si había hecho su guión, que vendió por unos miserables 3.000 dólares para poder pagarse la filmación de Reservoir Dogs.

En la sinopsis que prosigue encontraréis algunos spoilers de "bajísima intensidad". Nada que no se pueda leer en la carátula del DVD.

"Amor a quemarropa" nos presenta a Clarence (Christian Slater), un joven que trabaja en una tienda de cómics, apasionado por el cine de artes marciales y por Elvis Presley. Para el día de su cumpleaños, su jefe contrata una prostituta llamada Alabama (Patricia Arquette), que simulará un encuentro casual con un apasionado desenlace. Sin embargo, el asunto termina yéndose de madre y Clarence y Alabama se enamoran.



Clarence está preocupado por los orígenes de su novia y por su anterior "protector", Drexl (Gary Oldman); tras recibir un consejo de alguien que jamás imaginaréis, Clarence decidirá ir a reclamar las pertenencias de su chica. Obviamente, a Drexl no le hace ninguna gracia verle por allí, y la cosa se complica. Tras una orgía de ostias puñetazos y sangre, Clarence logra salir del local (más mal que bien) con las cosas de Alabama. La sorpresa será mayúscula cuando la chica abra la maleta y, en lugar de tangas y minifaldas, encuentre un enorme alijo de cocaína.

Sin embargo, hay más gente tras esta droga. Durante la reyerta en el local de Drexl, Clarence dejó olvidado su permiso de conducir (sí, estas cosas pasan...) y Vincenzo Coccotti, dueño del alijo y máximo exponente de la mafia italiana, está pisándoles los talones. Por si fuera poco, la policía se entera del asunto y se lanza también a la búsqueda de Clarence y Alabama.

Como todos suponéis, es un film con sangre, palabras malsonantes, diálogos memorables, escenas increíbles (cuando Alabama se enfrenta al mafioso en el hotel, por ejemplo) y muy entretenida. La historia está bien llevada a cabo y nos permite conocer a fondo a los personajes... En definitiva, una película "con sabor a Tarantino", aunque no pertenezca a su filmografía.

Quentin había vendido otros guiones que no llegaron a tan buen puerto, como "Asesinos natos" (Natural Born Killers), que originalmente era una continuación de "Amor a Quemarropa". La dirigió Oliver Stone, y el resultado le desagradó tanto que Tarantino repudia este film.

¡Ah! Y por una vez, mis felicitaciones a los responsables de la traducción. El título original, flojo y blando como la mierda de pavo que es True Romance, aquí se convirtió en "Amor a quemarropa", con mucha más garra y redoblado vigor. Si señor, con un par.

- Usted es siciliano, eh?
- Soy siciliano
- ¿Sabe? Yo leo mucho. Sobretodo cosas ocurridas en la historia. Para mí es algo fascinante, y hay un hecho que no sé si usted conoce. Los sicilianos descienden de negros..."

Amor a quemarropa