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Corría el año 1996. Las Spice Girls triunfaban con Wannabe, y a pesar de esto, el mundo era feliz. La gente paseaba sin preocupaciones, los niños reían al caer del columpio, los canguros saltaban sin reparo y los ladrones decidían dedicarse a un oficio honrado. Todo era perfecto. Sin embargo, pocos sabían que en Bangladesh, un científico loco estaba a punto de mandar toda esta utopía a tomar por saco.
En los interiores del "মুর্গি পাগল" (Pollo Loco, para los pocos lectores que no dominen aún el Bengalí), un pequeño supermercado al norte de Dhaka, el rencoroso Dr. Ambertestein Khali conspiraba para conseguir derrocar a la república que le había declarado incapacitado mentalmente y condenado a residir el resto de su vida en un manicomio en las afueras. Tras lograr escapar camuflado con el ganado, y un viaje en barco de dieciséis meses por el Golfo de Bengala, había logrado regresar al país que le traicionó, dispuesto a vengarse. Para ello, Khali había desarrollado un artefacto capaz de aumentar millones de veces el tamaño de cualquier ser vivo. Tras múltiples intentos fallidos, el instrumento estaba listo para ser utilizado.
En el laboratorio del doctor, cuatro enormes matones estaban esperando para ser ampliados mil veces y aplastar al gobierno. Khali, con la mano a punto de presionar el botón rojo con la palabra "AUMENTAR", ya saboreaba las mieles del triunfo. Sin embargo, gracias a la ardua tarea del servicio secreto bengalí, en ese preciso instante se vieron rodeados por quince soldados fuertemente armados. No hubo tiempo a pensar, y se produjo un tiroteo que terminó con la vida de los malhechores. Aún así, el odio de Khali hizo que con su último aliento, mientras caía inerte al suelo, activase el malvado aparato que había construído.
El láser, sin destino, golpeó de lleno a una ventana. El reflejo del cristal hizo que el láser fuese desviado, dando ahora de lleno en una cucaracha que degustaba tranquilamente unas migas de bizcocho. Inmediatamente, el insecto aumentó miles de veces, convirtiéndose en un ser monstruoso, capaz de derribar edificios con un golpe de sus antenas, e inmune antes las pobres armas del servicio secreto.
Aunque ahora ya no podía ser ocultado. La noticia corrió como la pólvora, y a medida que la Cucaracha Gigante de Bangladesh se abría camino entre la ciudad, los medios de comunicación de todo el mundo daban la noticia a una incrédula audiencia. El descomunal insecto, asustado, deambulaba sin rumbo, destrozando la práctica totalidad de Dhaka: edificios, parques, monumentos... prácticamente todo cayó bajo la ira de la Cucaracha Gigante.
El país solicitó ayuda externa: distintos países europeos enviaron miles de militares y ayuda armamentística. Alemania envió dos mil bidones de Baygon, a los que tuvo que añadir tres mil más poco después.
La Cucaracha Gigante no caía. Los proyectiles que le lanzaban los helicópteros de combate parecían tan eficaces como curar la gripe con ositos de gominola. El último intento para derrotarlo se llevó a cabo el dieciséis de Octubre, cuando llevaba ya tres semanas de continua devastación; diecisiete mil hombres, por tierra y aire, atacaron a la cucaracha, quien por una vez pareció sucumbir ante la ofensiva. El ser se desplomó en el suelo. Durante un instante, se hizo el silencio. Los militares se observaban entre sí, incrédulos. ¿Podía ser que hubiesen derrotado al animal? Finalmente, estallaron en un grito de júbilo.
En ese instante, la cucaracha se levantó, desplegó sus enormes alas y alzó el vuelo, ante la mirada atónita de los hombres que creían haberla matado. Hasta la fecha, jamás ha regresado a Bangladesh. O al menos, eso creemos.
Este informe ha sido, hasta la fecha, información restringida. Para hacer olvidar al pueblo los desastres provocados por este suceso, el gobierno recurrió a los mejores profesionales (como Anthony Blake). Por eso debes recordar que nunca, jamás, debes mencionar a la Cucaracha Gigante de Bangladesh. Tu y yo sabemos que ocurrió.
"Solo hay un monstruo capaz de dejar una pisada así... ¡el hombre de las nieves!"
King Kong (2005)
1 comentarios:
Habìa encontrado este lugar mientras buscaba cucarachas para una canciòn que hiciera olvidar a la màs famosa, reemplazada por la mìa... Todavìa no la terminè, espero que no se la hayan comido las cucarachas...
Te dejo un saludo.
Nick
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