La caja de cartón es un enemigo cruel. Se esconde tras su fachada de elemento útil y práctico, con la única pretensión de abalanzarse sobre su presa cuando esta está descuidada, escribiendo un e-mail o viendo
Operación Triunfo el Discovery Channel. Su origen se encuentra en la Patagonia, allá por el año 1300 a.C., cuando las feroces luchas sucesorias que enfrentaban a los monarcas
Perrikit'oh y
Masstamenei llegaron a su fin tras la llamada "Victoria Cajuna", en la cual más de quince millones de feroces Cajas de Cartón derrotaron en un épico combate a ambos monarcas, convirtiéndose no solo en amas de la Patagonia, sino de toda América del Sur. La dinastía Cajuna llegó a su fin en en 780 a.C., debido a fuertes lluvias que acabaron con prácticamente la totalidad de la población. Las pocas fuerzas que resistieron la mortífera humedad, emigraron hacia el sur. Nunca más se supo de ellas. La presencia en América de las Cajas de Cartón dejó impregnado el
carrefour continente de su cultura y costumbres. Como muestra un botón: ¿no habéis oído hablar de las costillas Cajunas? Pues se dice que era el manjar predilecto de las hordas de cartón.
Hoy en día, las Cajas de Cartón no suponen un gran peligro, dado que se encuentran divididas en minorías. Una Caja de Cartón con un par de zapatos dentro no es peligrosa, ni dos, ni tres... pero aún así yo recomendaría tenerlas vigiladas. Su ataque de mayor intensidad lo realizan mediante unas complejas maniobras que suelen recibir el nombre de
mudanzas, en las cuales se tiende a reunir un numero elevadísimo de ellas. ¡Ojo! Es ahí cuando más daño hacen. Su estrategia es sucia; comienzan poniendo resistencia al montaje, e inclusos presentando defectos y desfondándose cuando has introducido en ellas toda tu vajilla de
Ikea La Cartuja, que se hace añicos contra el duro suelo. Pero van mas allá, y una vez han sido etiquetadas y trasladadas, cambian todas de lugar, de forma que es harto complicado encontrar nada de lo que has guardado y con tanto empeño depositaste en un sitio visible. Olvídalo. De todos modos, esto tampoco es lo peor... Y es que, una vez las hayas introducido en tu nuevo hábitat (porque en esos momentos aún no es una casa, es un hábitat o habitáculo)
JAMÁS, repito, jamás podrás sacarlas todas. Muchas cajas se quedarán ahí, observando tu siguiente movimiento. Vigilándote. Esperando su momento, el momento del segundo imperio Cajún. Y es que es algo inevitable.
De todos modos, este tremendo enemigo presenta una debilidad; como ocurrió en en 780 a.C., el agua es su peor enemigo (o cualquier elemento que moje más que el agua, echadle imaginación). Así pues, la solución es tener siempre a mano uno o dos
sprays cargados con H
2O, y ante el menor indicio de ataque, pulverizarlas sin compasión. Recuerda, ellas no la tendrían contigo.
"Luchad y puede que muráis. Huid y viviréis... un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy hasta entonces por una oportunidad, sólo una oportunidad, de volver aquí a matar a nuestros enemigos?"
Braveheart
3 comentarios:
Las cajas son el ejercicio de los árboles de su derecho al pataleo.
Y no te olvides que Solid Snake las usa para esconderse en una extraña relación simbiotica.. .
Poco o nada se puede hacer ya ante la gran expansión del sentimiento cartonil.Abajo los amigos del pvc!!
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